Todo apunta que el precio de la vivienda se ralentizaría de forma notable en 2023, aunque se espera que se mantenga en una tasa de crecimiento positiva estimada en el 1,7% frente al 7,1% previsto para 2022. Así se desprende del análisis Perspectivas económicas y del sector inmobiliario ¿Cómo será el actual ciclo inmobiliario?, realizado por el servicio de estudios de CaixaBank.
Concretamente, se apunta que la demanda doméstica se ralentizará por el menor crecimiento de la renta bruta real disponible de los hogares, el clima de mayor incertidumbre y el aumento de los tipos de interés, mientras que la extranjera puede verse más impactada por el aumento de la incertidumbre y la ralentización económica de los principales países compradores de vivienda en España (Reino Unido, Alemania, Francia).
Asimismo, el análisis subraya los elevados costes del sector de la construcción, aunque destaca que la tendencia alcista parece haber tocado techo. Según los últimos datos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, el incremento de costes en el mes de agosto fue del 13,76% interanual y en el acumulado de los primeros ocho meses del año la subida es del 15,7%.
Por su parte, la división inmobiliaria del magnate Warren Buffet, prevé una caída de precios en la vivienda de lujo por el endurecimiento de las condiciones de financiación y la incertidumbre económica, especialmente con los clientes nacionales, y esto provocará ajustes puntuales de precios dependiendo de la oferta de cada zona.
Así mismo apuntan que «…desde que el comprador se pone a buscar hasta que firma la operación pasará más tiempo y la sensación que percibe el propietario es que su vecino vendió en dos meses y él después de tres aún no la ha vendido, por lo que decidirá bajar el precio».